La Historia suele
ser injusta con los perdedores; en el mejor de los casos los ignora, u ofrece
de ellos una visión totalmente equivocada que nada tiene que ver con la
realidad. Es el caso de los habitantes del Nuevo Mundo después del
“Descubrimiento” y posterior conquista.
El pasado de América sigue siendo un gran enigma. |
En su libro 1491 Una nueva historia de las Américas antes
de Colón, Charles C. Mann trata de romper algunos tóicos y ofrecer una
visión más real de lo que era aquel continente antes de que Colón y su
tripulación arribara a las Bahamas.
En primer lugar,
insiste en que los datos de población de aquel continente precolombino que se
han estado barajando hasta el momento son erróneos. Considera que se
fundamentan únicamente en lo que vieron los conquistadores, y que para nada
tienen que ver con la realidad. Según apunta, basándose en estudios
científicos, la llegada de los europeos trajo una serie de enfermedades
–principalmente la viruela– que fueron diezmando a la población mucho antes de
que lo hicieran los propios europeos y sus armas. De esta manera, Pizarro
habría conocido un imperio Inca inmerso en una suerte de “peste negra” que
habría facilitado la conquista de aquel pueblo, negando otras razones que han
sido defendidas durante siglos, como la inferioridad técnica de los indígenas,
o el terror que podrían haber causado soldados cubiertos de armaduras a lomos
de caballos. Charles C. Mann cree que, de no haber hecho aparición años antes
la viruela, los Incas –o lo que quedaba de ellos– podrían haberse enfrentado a
los conquistadores dignamente, y haberles dificultado mucho más la victoria o
incluso haber podido derrotarles.
Como el de
Egipto, la mayor parte del pasado de América sigue siendo un enigma. Los
descubrimientos que siguen produciéndose a cada momento cuestionan cada vez más
lo que dábamos por sabido. Tiahuanaco, el misterioso pueblo Chachapoya o los
olmecas, suponen un verdadero reto para arqueólogos, historiadores y
científicos. ¿Qué función tenían las figuras de nazca? ¿Por qué los mayas se
empeñaron en poblar la península del Yucatán, en principio tan hostil para el
hombre, que tuvo que realizar grandes esfuerzos técnicos para hacerla habitable?
¿Provenían los americanos de algún lugar de Asia o estuvieron allí siempre?
¿Qué función tuvieron las impresionantes figuras de Nazca? |
Hemos empezado a
interesarnos por todo esto hace relativamente muy poco –Machu Pichu, por ejemplo,
fue dada a conocer para occidente bien entrado el s. XX–, y todo apunta a que
las sorpresas que nos depara el futuro son enormes. Quizá la respuesta a muchos
misterios se encuentre bajo tupidas selvas amazónicas, en algún valle andino, o
al borde de un río de Norteamérica, bajo helechos y árboles gigantes.
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