Volvemos a Nueva Inglaterra, esa región del nordeste de
Estados Unidos donde hacía unas semanas nos deteníamos en el conocido como
Stonehenge americano, en New Hampshire, para visitar otro misterio relacionado
con rocas antiguas, inscripciones ininteligibles, y el siempre controvertido
enigma sobre los orígenes de América.
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La roca de Dighton en su emplazamiento original. |
Se trata de Dighton Rock, una roca de origen glacial y 40
toneladas de peso que fue localizada en el río Tauton, en Massachussets, hacia
el s. XVII, y que presenta unas extrañísimas inscripciones que aún hoy no han
podido ser descifradas. Para unos, se trata de una obra realizada por nativos
americanos de la zona; para otros, el origen se halla en pueblos que llegaron a
América antes que Colón, como fenicios, vikingos o navegantes del este de Asia.
Edmund Burke Delabarre –el investigador, probablemente, que
más tiempo dedicó a descifrar el misterio de la roca–, afirmó en un estudio
publicado en 1912 que la autoría de los petroglifos había que atribuírsela a un
portugués, el explorador Miguel Corte Real, que la habría llevado a cabo en
1511. Esta teoría, muy desacreditada en la actualidad, contó en su momento con
importantes apoyos dentro del mundo académico; parece ser, según la
interpretación de Delabarre, que en las inscripciones podían verse claramente
varias cruces de las llamadas «de Cristo», el escudo del reino de Portugal, y
letras sueltas del alfabeto latino que inducían a leer el nombre del