Seguro
que conocen alguna de sus obras. Habrán oído de la adaptación cinematográfica
de una de ellas, El tesoro de Sierra Madre, dirigida por John Houston y
protagonizada por Humphrey Bogart. Si no es así, les recomendamos que vayan corriendo
a la biblioteca en busca de alguna de ellas; que acudan a su librero de
cabecera, que busquen el DVD de la película: tendrán la suerte de descubrir a
uno de los mejores escritores del siglo XX.
Poco
podrán conocer, sin embargo, del autor. Es, también, uno de los grandes
misterios de la literatura; un auténtico enigma que ha llenado páginas y
páginas de especulaciones sin que hoy, décadas después de que sus libros se
convirtieran en best sellers, se haya llegado a saber gran cosa. Ni siquiera el
nombre es ninguna garantía.
¿Quién fue B. Traven? ¿El anarquista que firmaba artículos en la prensa revolucionaria alemana en los años veinte, algún escritor famoso que buscaba el anonimato para continuar con su obra, o simplemente un bromista, o como creemos nosotros, un auténtico morador del No-mundo? |
Del
personaje al que se le atribuyen sus obras ‒entre las que cabe destacar, además
de la que da nombre a la película, grandes narraciones como la de El barco de
los muertos, o Puente en la selva, ambas publicadas en español‒, hay
fotografías, algunas filmaciones, e incluso grabaciones en las que muestra un
marcado acento alemán que ha sido la principal pista seguida por sus biógrafos.
Es la teoría más aceptada, la de que nació en Alemania ‒en realidad, en una región de la actual Polonia que en el pasado perteneció a Alemania‒, que allí vivió durante las cuatro primeras décadas de su vida, como obrero mecánico, hasta que con el estallido de la revolución de Baviera ‒una revuelta de izquierdas en la que participó activamente desde posiciones anarquistas‒ se vio obligado a vivir en Méjico.
Es la teoría más aceptada, la de que nació en Alemania ‒en realidad, en una región de la actual Polonia que en el pasado perteneció a Alemania‒, que allí vivió durante las cuatro primeras décadas de su vida, como obrero mecánico, hasta que con el estallido de la revolución de Baviera ‒una revuelta de izquierdas en la que participó activamente desde posiciones anarquistas‒ se vio obligado a vivir en Méjico.
Allí,
en Méjico, esa biografía oficial del escritor nos dice que publicó sus primeras
novelas.
Sin
embargo, no es más que una de las muchas especulaciones, como decíamos, en
torno a su vida.
Apenas
tenemos más que sus escritos; la posibilidad de que su estilo se parezca al de
un tal Ret Marut que durante los años veinte fue bastante activo en medios
anarquistas, y que por edad, por concordancia con esa biografía oficial y su
cronología, podría perfectamente tratarse de él.
Pero
ni así, con esas pistas, logramos conocer la verdad sobre quién estaba detrás
del personaje.
La obra de B. Traven, una de las más importantes e influyentes del s. XX, ha sido traducida a más de cuarenta idiomas... |
Se
ha llegado a especular con la posibilidad de que hubiera sido un pseudónimo
utilizado por Jack London tras su fingida muerte, o el también misterioso Ambrose Bierce ‒que, como él,
como B. Traven, había viajado a Méjico en la madurez, como ya contamos‒; también con que en realidad hubiera sido hijo ilegítimo del emperador alemán Guillermo II. Su
esposa ‒o la esposa, en cualquier caso, del hombre al que se le adjudicó la personalidad de Traven‒ trató muchas veces de colaborar con biógrafos e investigadores
interesados en conocer y profundizar en la figura del escurridizo escritor,
aunque al parecer siempre terminando estos, los investigadores y biógrafos,
mucho más confusos y dubitativos que al principio.
Hay
una teoría que apunta a que precisamente aquella, su viuda ‒la actriz mejicana
Rosa Luján‒, era la persona que estaba realmente detrás del personaje, y quien
verdaderamente escribió su obra importante.
Ella,
por supuesto, lo niega, y atribuye el oscurantismo y el misterio que rodeó la
vida de su marido a las amenazas políticas ‒todo aquello que había ocurrido en
Alemania, y demás‒, y el temor a que el ascenso del nazismo pudiera suponer su
extradición y su final trágico a manos de Hitler.
Para
nuestro gusto, hubo en B. Traven o como quiera que se llamara algo más, algo
que tiene más que ver con el lado artístico y con ese rasgo fantasmal que le
convierte en morador de nuestro No-mundo. Un huido de la justicia, que teme a
la muerte, no se dedica a enviar manuscritos a las editoriales en las que deja
claro, con sus argumentos y personajes, su sesgo revolucionario, su compromiso
con los más oprimidos. Un artista con sentido del humor, que trata de reírse de
todos a través de la mentira constante, para ocultar a todos la realidad de su
personaje, termina siendo cazado porque el artista, pese a todo, es un
animalillo que necesita algo de amor, algo de reconocimiento aunque sea en
pequeñas dosis.
¿Está el famoso y genial autor norteamericano Jack London detrás de la figura de B. Traven? ¿Pudo haber fingido su muerte y haber seguido escribiendo bajo ese pseudónimo? |
Su
mujer aseguró alguna vez que su marido le había dado permiso para decir al mundo
quién había sido realmente cuando muriera, pero eso no es más que uno de los
trucos de B. Traven.
Mientras
el mundo creía esa mentira ‒repetimos, urdida por él y perfectamente verosímil,
como no puede ser de otro modo viniendo de un gran novelista‒ el verdadero B.
Traven seguía oculto al mundo, en mitad de alguna sierra mejicana; aislado,
frente a una mesa de madera y escribiendo sin parar; imaginando; viviendo, como
perfecto ejemplar del No-mundo, una vida a espaldas de la vida…
La
mejor ficción que escribió, y créanme que en él es mucho decir, fue la de su
propio personaje. Nada fácil en un mundo que ya, anticipando lo que estaba por
venir, había comenzado a despreciar el arte verdadero y puro y empezaba a poner
el foco en lo banal, en lo secundario e irrelevante. B. Traven era un mago, y
sirva para demostrarlo su siguiente frase que se le atribuye: «La única defensa
verdadera que tiene el hombre civilizado contra quienes lo acosan es la mentira…».
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