Ocurría en la Columbia
Británica, en las orillas de la intrincada red de canales de agua conocida como
el mar de los Salish, y desde entonces el caso –aunque el ímpetu informativo de
las primeras semanas se fuera diluyendo con el tiempo– sigue siendo uno de los
más enigmáticos y llenos de incógnitas de la historia reciente, casi diríamos
que mundial, que todavía sigue sin haber podido ser aclarado.
Muchas fueron las teorías
que por aquel entonces trataron de darse, todas con algún que otro problema. Se
habló de que pudieran ser restos de cadáveres del Tsunami de 2004 –algo que
podían explicar las corrientes marinas del Pacífico–, pero rápidamente hubo que
descartarlo por el hecho –la extraña coyuntura– de que junto a aquellos pies no
aparecieran también otras partes de los cuerpos. Lo mismo ocurrió con otras
hipótesis tales como que procedieran de un accidente aéreo, de algún tipo de
crimen, o de
personas que se hubieran suicidado arrojándose al mar, algo que, aunque quedaría confirmado por el hecho de que un par de pies fueron identificados como pertenecientes a un hombre y una mujer que padecían depresión –en el caso de la mujer, parece ser que sí, que se tiró al mar desde un puente–, seguiría sin dar una respuesta al por qué de que aparezcan sólo los pies, esos pies cercenados.
personas que se hubieran suicidado arrojándose al mar, algo que, aunque quedaría confirmado por el hecho de que un par de pies fueron identificados como pertenecientes a un hombre y una mujer que padecían depresión –en el caso de la mujer, parece ser que sí, que se tiró al mar desde un puente–, seguiría sin dar una respuesta al por qué de que aparezcan sólo los pies, esos pies cercenados.
Este legendario lugar, situado entre las costas de Estados Unidos y Canadá, mantiene una larga tradición de monstruos y fenómenos extraños... |
Según la ciencia, es
posible que se produzca fácilmente, durante la descomposición de un cadáver, la
separación de pies y manos, aunque es extremadamente raro que consigan flotar.
Más extraño, claro, es
que puedan viajar solos a través de las corrientes, sin el cuerpo al que pertenecen,
y estadísticamente muy difícil que lo hagan sólo, y casi exclusivamente, hacia
una zona en concreto del planeta.
A partir de ahí, la
imaginación se dispara y podemos encontrar todo tipo de teorías al respecto. Ya
hemos sugerido alguna de las más inquietantes. La del asesino en serie es la
que más gusta, aunque también se habla de crimen organizado, de conspiraciones gubernamentales,
de rituales satánicos… Personalmente me inclino hacia estas últimas, las más
literarias. También me atreveré a sugerir el hecho de que la Columbia Británica
no es un lugar cualquiera, sino ni más ni menos que el hogar del Big Foot, y de
otras bestias y monstruos míticos que describieron en sus tradiciones los
indios que, durante siglos, surcaron con sus canoas aquellas aguas
profundísimas y misteriosas. ¿Una casualidad, o la prueba incontestable de que
existen lugares en el mundo que, por lo que sea, parecen propicios para estos
fenómenos inexplicables?
Para mí hay pocas dudas…
Marcus
Polvoranca
saludo Marcus.. buen artículo
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