Hablamos del propio Jesús, del más célebre desconocido de la
Historia.
¿Quién no conoce hasta el más mínimo detalle de su vida, según nos la han estado contando durante siglos, a golpe de concilio, selección de testimonios y demás?
¿Anduvo Jesús, el fundador de la más importante religión de occidente, en tierras de Pakistán tras su supuesta muerte? |
Quién más, quién menos, tiene una ligera idea de lo fundamental. Pero he aquí que no está todo escrito, y que existen teorías que van más allá del relato oficial, aquél que fundamenta la propia Iglesia católica, y otras que se le fueron separando con el tiempo...
Rindamos, para empezar, culto al maestro, el
genial periodista y ufólogo Andreas Faber Kaiser. En su obra Jesús vivió y murió en Cachemira, Faber
Kaiser se hace eco de una serie de leyendas que circulan en aquella zona desde
hace siglos, y que parecen haber sido vedadas a los seguidores occidentales del
Mesías hasta no hace demasiado.
Según su tesis, Jesús no habría muerto tras la crucifixión.
Habría sobrevivido a este martirio, y habría huido después hacia el Este,
acompañado de algunos acólitos, en un viaje iniciático en busca de las tan
enigmáticas tribus perdidas de Israel. Allí habría vivido hasta una tardía
muerte, dejando impronta de su exuberante personalidad, en cultos que aún hoy,
según el autor, siguen celebrándose en Pakistán.
Entre las pruebas que Faber Kaiser ofrece están, además del
culto ya mencionado, la existencia de algunos topónimos relacionados con Jesús,
la tumba presuntamente de su madre, María, localizada a medio camino entre
Tierra Santa y Cachemira, y algunos textos muy antiguos que harían referencia a
la leyenda.
Aunque sorprendente, la teoría contiene elementos que, sin
duda, juegan a su favor. Elementos que podemos sacar de las propias sagradas
escrituras, aquéllas autorizadas por la propia Iglesia. Testimonios en los
Evangelios de Juan, o de Mateo, que contradicen el relato tradicional y canónico. Incluso las
ideas difundidas por una secta islámica, los ahmadíes, que veneraban a un
profeta, Yuz Asaf, que para algunos no es otro que el Nazareno…
Todo, hay que dejarlo claro, son especulaciones. ¡Qué más quisiéramos que
saber la verdad sobre el más relevante personaje de nuestra Historia! Todo lo
que sabemos, como ya se sabe, son testimonios lejanos, que las registraron de
oídas. Y las traducciones, y demás…
Pero no por ello aproximaciones como la de Jesús vivió y murió en Cachemira son menos válidas. Es una suerte contar con ellas, gozar de la libertad suficiente como para poder adquirirlas en cualquier lado, leerlas y pensarlas. E incluso contradecirlas.
Sólo cabe decir que lo ideal es que aparecieran muchas, y que todas fueran tan fascinantes e imaginativas como las de Faber Kaiser…
No hay comentarios:
Publicar un comentario