No crean
nada de lo que salga en televisión. No se fíen de lo que les cuentan, y
céntrense mejor en lo que no les cuentan. Si escuchan, por ejemplo, que un
avión de la compañía Malaysia Airlines (la misma que no hace mucho fue
tristemente célebre por una desaparición en el océano aún no resuelta) cae
derribado por un misil en territorio aéreo de un país sensible como es ahora
Ucrania, no se dejen llevar por los rumores acerca de una casualidad. Las
casualidades no existen en el mundo globalizado.
Entrada al Banco de semillas Svalbard, situado en la isla de Spitsbergen (Noruega) |
Hoy
vamos a hablar de uno de los asuntos más silenciados por los mass media. Un
asunto trascendental, que hunde las raíces en el origen de nuestra
civilización, en lo más profundo de la naturaleza y supervivencia humanas: la
agricultura.
Supongo que
habrán oído hablar del Arca de Noé de Svalbard. Si no la conocían, les diremos que
se trata de un proyecto para conservar muestras de las semillas de las
principales plantas necesarias para la supervivencia humana en caso de cataclismo.
Su sede se encuentra en Spitsbergen, una isla de Noruega, y consiste en un búnker de
miles de millones de dólares excavado en la roca.
Dicen
las malas lenguas que sus mecenas –gente como Bill Gates, Rockefeller o la
tristemente célebre Monsanto– forman parte de alguna especie de conspiración
para dominar el mundo a través del control de la agricultura. Que ya están
llevándola a cabo a través de la expansión de la agricultura transgénica,
determinados pesticidas y las semillas tipo “terminator”, que no permiten la
continuidad del ciclo reproductivo una vez que han dado la primera cosecha.
También
dicen esas malas lenguas que ese llamado Arca de Noé de Noruega tiene una pinta
muy mala, y se preguntan qué pueden saber estas corporaciones acerca de un
futuro cataclismo, que es, en última instancia, el objetivo que tendría el
proyecto.
Podemos
responder que mucho, teniendo en cuenta la preocupación que tienen por dominar,
a escala planetaria, la agricultura mundial. Un negocio millonario, y además,
de control absoluto de las masas. A través de la agricultura se maneja no sólo
la economía, también la salud y el crecimiento o decrecimiento de la población.
Así ha sido a lo largo de la historia, y así seguirá siendo si nos lo permiten.
Y esto
nos lleva a lo de siempre, a preguntarnos si no hay pruebas suficientes por
todos lados no sabemos si de uno nuevo, pero desde luego sí de un evidente
Orden Mundial.
![]() |
¿Hacia dónde conducirá la carrera de las multinacionales para hacerse con la agricultura de todo el mundo? |
Jugadas
de ajedrez a nivel global, movimientos certeros, nada casuales, para desatar
guerras, hambrunas, y catástrofes a lo bestia.
¿Se
trataría del primer cataclismo? ¿Hasta dónde podemos especular en este sentido?
Lo
cierto es que parecen saber muy bien hacia dónde nos llevan.
Pasos
firmes, decimos, sin titubeos ni ninguna duda a la hora de hacer lo que sea.
Lo que
sea.
En los
medios, la noticia se tituló como “El Arca de Noé del siglo XXI”, y se trató de
una manera superficial, como siempre, dejando de lado los aspectos más
relevantes.
Una
nueva nota esperanzadora –por el tono empleado– para hacernos ver que podemos
estar tranquilos con quienes están por encima, siempre velando por la Humanidad
y su destino.
Y por
eso, para acabar, hemos de volver al principio.
No se
crean, señores, nada de lo que les cuenten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario