martes, 11 de junio de 2013

LA SÁBANA SANTA DE TURÍN



De todas las reliquias con las que se estuvo comerciando a lo largo de la Edad Media y más allá, la conocida como Sábana Santa de Turín es la más controvertida. En teoría, se trata de un lienzo que envolvió el cuerpo de Jesús tras la crucifixión, y que por obra y gracia divina quedó impregnado de una especie de negativo que supondría la única imagen del Mesías que poseemos.
¿Revela la Sábana Santa de Turín el verdadero rostro de Cristo?

Hará cosa de treinta años, un grupo de científicos sometieron dicho lienzo a todo tipo de pruebas y análisis. El resultado fue que la Sábana Santa no era más que una falsificación medieval del s. XIV, y ahí quedó la cosa.
Una reliquia más, como todas. Falsa como un euro de madera.
Muchos, sin embargo, alzaron enseguida la voz al considerar que, si bien la sábana, como reliquia, no valía nada, como rareza científica no tenía precio.
Aquéllos aseguraron que la técnica utilizada por el artista que llevó a cabo la falsificación resultaría complicada (o directamente imposible) a día de hoy.
Perfecta, demasiado perfecta.
Tanto, que el modelo utilizado tuvo que ser efectivamente un crucificado.
Con sangre de verdad.
Rebuscando, revisando todo lo revisable, resultó que, además, existía constancia de una sábana similar en Constantinopla.
Los escépticos se frotaron las manos, dijeron: pues ya está, enigma resuelto…
Pero, ¡oh! Aquella otra sábana era del s. XII, de manera que aceptar que era la misma era descalificar la autoridad del Carbono 14, y por consiguiente, la de la sacrosanta ciencia.
“Bueno”, dirían estos, “pues sería otra”.
Y otros, riendo, debieron responder que igual sí, pero es que las similitudes eran demasiadas…
Finalmente, la ciencia sigue espabilando y hay nuevas conclusiones.
Algunos expertos apuntan a que el Carbono 14 pudo fallar por no sé qué historia que le ocurre al lino –material que forma parte de la composición de la sábana– con este componente, y podríamos hablar de una nueva datación ¡hacia la época en que murió Jesucristo según la Biblia!
Otros revelan que la sangre detectada en el lienzo es muy parecida, si no igual, a la del Santo Sudario de Oviedo (otra reliquia controvertida). O que sus medidas corresponden a medidas utilizadas por el pueblo de Jerusalén hacia el s. I de nuestra Era.
Resulta que al final la ciencia avanza, y los enigmas de tiempos oscuros parecen brillar con luz propia.

¿Qué no veremos en tiempos venideros…? 

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