martes, 2 de julio de 2013

¿VIVIÓ Y MURIÓ JESÚS EN CACHEMIRA?



Hablamos del propio Jesús, del más célebre desconocido de la Historia.
¿Quién no conoce hasta el más mínimo detalle de su vida, según nos la han estado contando durante siglos, a golpe de concilio, selección de testimonios y demás?
¿Anduvo Jesús, el fundador de la más importante religión de occidente, en tierras de Pakistán tras su
supuesta muerte?

Quién más, quién menos, tiene una ligera idea de lo fundamental. Pero he aquí que no está todo escrito, y que existen teorías que van más allá del relato oficial, aquél que fundamenta la propia Iglesia católica, y otras que se le fueron separando con el tiempo...
Rindamos, para empezar, culto al maestro, el genial periodista y ufólogo Andreas Faber Kaiser. En su obra Jesús vivió y murió en Cachemira, Faber Kaiser se hace eco de una serie de leyendas que circulan en aquella zona desde hace siglos, y que parecen haber sido vedadas a los seguidores occidentales del Mesías hasta no hace demasiado.
Según su tesis, Jesús no habría muerto tras la crucifixión. Habría sobrevivido a este martirio, y habría huido después hacia el Este, acompañado de algunos acólitos, en un viaje iniciático en busca de las tan enigmáticas tribus perdidas de Israel. Allí habría vivido hasta una tardía muerte, dejando impronta de su exuberante personalidad, en cultos que aún hoy, según el autor, siguen celebrándose en Pakistán.
Entre las pruebas que Faber Kaiser ofrece están, además del culto ya mencionado, la existencia de algunos topónimos relacionados con Jesús, la tumba presuntamente de su madre, María, localizada a medio camino entre Tierra Santa y Cachemira, y algunos textos muy antiguos que harían referencia a la leyenda.
Aunque sorprendente, la teoría contiene elementos que, sin duda, juegan a su favor. Elementos que podemos sacar de las propias sagradas escrituras, aquéllas autorizadas por la propia Iglesia. Testimonios en los Evangelios de Juan, o de Mateo, que contradicen el relato tradicional y canónico. Incluso las ideas difundidas por una secta islámica, los ahmadíes, que veneraban a un profeta, Yuz Asaf, que para algunos no es otro que el Nazareno…
Todo, hay que dejarlo claro, son especulaciones. ¡Qué más quisiéramos que saber la verdad sobre el más relevante personaje de nuestra Historia! Todo lo que sabemos, como ya se sabe, son testimonios lejanos, que las registraron de oídas. Y las traducciones, y demás…
Pero no por ello aproximaciones como la de Jesús vivió y murió en Cachemira son menos válidas. Es una suerte contar con ellas, gozar de la libertad suficiente como para poder adquirirlas en cualquier lado, leerlas y pensarlas. E incluso contradecirlas. 
Sólo cabe decir que lo ideal es que aparecieran muchas, y que todas fueran tan fascinantes e imaginativas como las de Faber Kaiser…

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