lunes, 3 de junio de 2013

EL MISTERIO DE LA ESFINGE Y LOS ATLANTES DEL MAR EGEO



Fue un vidente el primero en poner en cuestión las cifras que daban los científicos.
Hasta que Edgar Cayce (1877-1945) hizo públicas sus alucinaciones, sus sueños o lo que quisiera que fuera aquello que le ocurría al entrar en trance, todos pensaban que la esfinge era un monumento contemporáneo a las pirámides de Guiza.
La esfinge aguarda, sigilosa y majestuosa, la resolución de sus enigmas...

Todavía hoy se habla de unos veintiséis siglos antes de Cristo como fecha oficial, una tontería al lado de los 12.500 años que tendría según las afirmaciones del vidente norteamericano.
Hoy, el paso de las décadas y la curiosidad despertada por este iluminado en investigadores de todo el mundo ha hecho que existan cientos de estudios y datos que hacen tambalearse los presupuestos “oficiales”.
Para algunos sólo es cuestión de observar a la esfinge.
Ver su superficie erosionada por una lluvia poderosa que rara vez cae en el desierto en la actualidad, pero que sí se daba en la zona muchos siglos atrás, cuando el desierto todavía no había alcanzado el territorio de los faraones.
Para otros, las estrellas, su posición en el momento en que la esfinge fue proyectada, dice mucho en favor de Cayce.
El caso es que todavía no ha sido encontrada la cámara que él situó bajo el monumento, y que contendría pruebas incuestionables sobre la civilización que en el pasado lo erigió. (Algunos dicen que sí ha sido descubierta, pero que las autoridades la ocultan quién sabe a cuenta de qué oscuros intereses…)
¿Es la esfinge una prueba evidente de alguna civilización perdida en el remoto origen de los tiempos?
Para algunos, como Graham Hancock, habría que mirar algo más al norte, en el mar Egeo, y en los restos de la enigmática civilización que habitó Creta.

Allí podría haber una respuesta al silencio que guarda, imperturbable, la careta rígida de la misteriosa esfinge…

2 comentarios:

  1. Algún experto o interesado en la enigmática cultura egipcia ha señalado que las marcas de erosión de la esfinge son debidas al agua y no al viento, lo que significa que la esfinge habría estado alguna vez, en parte, sumergida bajo las aguas...Esta teoría podría coincidir con otras inundaciones en otras partes del mundo (que los creyentes harían coincidir con el mito del diluvio). Sin embargo parece que no hay duda de que, efectivamente, en tiempos de los faraones, Egipto no era un desierto estéril sino un lugar poblado de vegetación y animales, un lugar adecuado para la vida. Otras teorías sostienen incluso que la misteriosa esfinge es anterior a la cultura egipcia que conocemos y que los pobladores posteriores se inspiraron en ella...en resumen, un sinfín de teorías y misterios. Podemos hacer cálculos y formarnos cada uno nuestra propia opinión. El misterio continúa...

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