viernes, 30 de noviembre de 2012

LA VERDAD SOBRE EL 11 S



Qué más quisiéramos saber nosotros la verdad. La verdad es un concepto en decadencia, al menos tal y como lo habíamos conocido hasta ahora.
La historia dará la razón a los desconfiados.

Los escépticos dirán que ya se sabe todo, que especular es tan sólo eso, especular, y que dudar y hablar de conspiraciones es más que una estupidez.
Pero yo les preguntaría a los escépticos qué piensan ahora de los gobernantes de aquella época, de los ex presidentes de EE.UU., Reino Unido o España, que por entonces decidieron encabezar una guerra contra Iraq y que aseguraban que había allí armas de destrucción masiva que ponían en peligro al resto del mundo. Se trata de los mismos bajo cuyo mandato se investigó aquella tragedia, se dio información al respecto a la población.
¿Qué nos hace confiar en ellos?
El mero hecho de que parte de sus colaboradores –o ellos mismos, a través de familiares– se hayan enriquecido gracias al conflicto que generaron aquellos atentados, debe hacer pensar a la ciudadanía.
También el que los medios de comunicación oficiales hayan decidido olvidar el asunto.
No hablaremos de pruebas, que las hay. Simplemente evidencias que no se han explicado.
La historia acabará dando la razón a los desconfiados.
Malos, malos ciudadanos que han de pagar su falta de apoyo con medidas represoras, incluso con la eliminación de ciertos derechos.
¿No parece todo, visto en perspectiva, un todo orquestado?
La muerte de Bin Laden ha sido el último acto de la pantomima. ¿Cuál será el siguiente?
Hay quien mira hacia arriba, hacia las estrellas, y quizá no ande desatinado. Pero atención a Irán. Y a China.
Quien desee saber más que acuda sin falta alguna al libro del señor Bruno Cardeñosa 11 S. Historia de una infamia. Allí encontrará algunas claves.

jueves, 29 de noviembre de 2012

EL TÍBET, TERRITORIO SAGRADO DE LOS NAZIS




El nazismo buscó desesperadamente argumentos científicos y espirituales para justificarse. Unas teorías tan absurdas, basadas en un concepto tan poco sólido como la raza, requerían de algo más que palabrería para calar en el pueblo. Rechazaban la religión, y por tanto se vieron obligados a crear una nueva. Rechazaban también aspectos de la ciencia que les contradecían, y por consiguiente hubieron de fabricarse los suyos propios.
¿Qué pretendían encontrar los nazis en aquel territorio de leyendas?

Oriente había sido siempre el lugar hacia el que habían mirado los movimientos espiritistas y demás. El nazismo, que tanto debió al ocultismo en lo teórico, hizo lo mismo.
El techo del mundo, el Himalaya, era según ellos el origen de la raza aria. En realidad, de toda la humanidad, pues aunque desde Darwin se había puesto el ojo en África, el continente negro no interesaba en absoluto.
Existían leyendas que hablaban de una raza de hombres blancos que habían habitado aquellas montañas. Una raza de hombres fuertes, bondadosos, que fueron apartados por los lamas y su religión. Se vincularon estas creencias a otras –a las que se les pretendió dar el carácter de científicas, aunque no lo fueran– que apuntaban a otros reinos helados, y teorías por el estilo. Gigantes, lucha entre el fuego y el hielo, hombres blancos contra todo tipo de males.
El caso es que el origen de su mundo podía encontrarse allí. Las SS, con Himmler al frente, financiaron varias expediciones. Se echó mano de aventureros y antropólogos –también vinculados con mediciones y las atrocidades que después se cometerían en los campos de concentración–, y científicos de ésos que gustaban al régimen de la esvástica.
El objetivo era demostrar las fábulas con las que soñaba el régimen, y glorificar ante todo una ideología que pretendía dominar el mundo. Como asegura Christopher Hale, en su libro La cruzada de Himmler, "...la pasión de Himmler por las civilizaciones perdidas [...] estaba estrechamente ligada a las teorías raciales que postulaban la eliminación de los débiles...".
Después la guerra, y las armas, acabarían con toda aquella pesadilla.
Los aliados, el mestizaje, terminarían derrotando al Reich y sus excéntricas creencias raciales.
Pero, ¿qué hay de cierto, después de todo, en los mitos en los que se fundamentaron aquellos psicópatas?
Por un lado, está demostrado que las lenguas indoeuropeas provienen de aquella zona. Es una realidad, también, que enigmáticos hombres de piel blanca y cabello claro han aparecido por aquellas latitudes. También más allá, en China, y en otros puntos del planeta, con antigüedades que no cuadran con la lógica o con lo que cabría esperar según lo que sabemos.
Son asuntos que aún estar por desentrañar, misterios que aún tenemos que resolver, y tan sólo cabe esperar que quienes estén dispuestos a hacerlo no sean locos y asesinos, y simplemente gente con ganas de saber.
De enriquecer a la Humanidad, tal y como es, y no a destruirla.

viernes, 23 de noviembre de 2012

THOR HEYERDAHL, DESAFÍO A LA ORTODOXIA




En 1947 se producía uno de esos momentos cumbre de la historia que luego, por esas cosas que tiene la vida, quedan poco a poco en el olvido, recordadas únicamente por los amantes del misterio, la aventura y el conocimiento.
La Kon Tiki, tal y como puede admirarse en el museo de Oslo (Noruega) dedicado a Thor Heyerdahl y sus  expediciones.

Era el año en el que la Kon Tiki, una balsa fabricada en el Perú con troncos de árbol, paja y cuerdas, recorría, por mar –sin ayuda de un motor o de otras naves de apoyo– la distancia que separa las costas occidentales de América del Sur de la Polinesia. Su capitán, el antropólogo y aventurero noruego Thor Heyerdahl, demostraba así que el tráfico entre el continente y las islas que salpican el Pacífico había sido posible en el pasado, echando por tierra la cerrazón de aquellos que lo habían negado por completo durante décadas.
Se trata de una de las mayores gestas del ser humano, y que sorprende por su magnitud en diversos aspectos.
Por un lado está la aventura. Estremece imaginar a aquellos hombres flotando a merced de las olas, en mitad del inmenso Océano, y tratar de ponerse en su lugar. De noche, cuenta el propio Heyerdahl, en el libro que relata sus peripecias, les sorprendía el aspecto de la bóveda celeste, y les parecía haber retrocedido varios siglos en el tiempo.
Por el lado científico, la gesta vino a poner a prueba a quienes negaban la capacidad náutica de los hombres del lado izquierdo de los Andes. Venía a demostrar que podía haber habido contacto con los habitantes de ese continente anfibio situado en el triángulo formado por Hawaii, Nueva Zelanda y la isla de Pascua.
La expedición Kon Tiki sirvió para dar algunos pasos importantes en la resolución de los misterios de Pascua.

Luego, Heyerdahl se embarcaría en otras aventuras, que pretendían demostrar contactos similares entre Egipto y América, a través del Atlántico, pero esa ya es otra historia.
La Kon Tiki puede colocarse al lado de viajes míticos como el de Colón, Magallanes y muchos otros. Como aquéllos, tuvo en contra a muchos que, desde un lugar seguro en la tierra, le tachaban de loco e imaginativo.
Por suerte, tuvo la suerte de su lado para demostrarles que no estaba tan loco

martes, 20 de noviembre de 2012

LA FLOTA TEMPLARIA DE LA ROCHELLE




Se ha hablado mucho de la flota que los templarios tenían en el puerto de La Rochelle, en la fachada atlántica de Francia. Mucho sobre la actividad que mantuvo mientras la orden estuvo activa, y mucho, también, sobre su misteriosa desaparición.
La Rochelle, en la fachada atlántica de Francia.

Al parecer, tras el proceso que se llevó a cabo contra los templarios, los barcos que allí había anclados desaparecieron de un día para otro. Habían estado navegando durante décadas, en un mar que apenas tenía que ver con los compromisos oficiales de la Orden, y de pronto no se sabía nada de ellos.
Se sabe que su cometido principal era el de transportar peregrinos hasta Santiago de Compostela. Esto es lo oficial pero, como siempre, hay algunas dudas al respecto.
Según Louis Charpentier, el conocido autor de Los misterios de los Templarios y de El enigma de la catedral de Chartres, la verdadera actividad de la flota habría sido mantener un comercio constante con América, y alguna colonia templaria más o menos estable en el Nuevo Continente. De ahí vendría parte de la riqueza de la orden, sus arcones llenos de plata y demás.
Luego, otros autores han ido más allá. Sugiriendo que en aquellos barcos habrían huido monjes que se habrían salvado del proceso.
¿Constituyó la plata traída de América la verdadera fuente de riqueza para los templarios?

¿Hacia dónde?
Probablemente hacia América. Hacia sus propias colonias. Colón sería uno de sus descendientes. De aquellos hombres rubios, barbudos, de túnicas blancas, de los que se ha hablado por aquí…
Quienes defienden todo esto, consideran que La Rochelle, de lo contrario, era un puerto de escasa importancia para los intereses de la Orden. Sin este comercio enigmático, apenas habría tenido sentido su ubicación. El Mediterráneo, las conexiones con Oriente, parecían ser lo verdaderamente estratégico. Además, por lo visto, ni siquiera era un lugar importante, más bien una pequeña aldea de pescadores.
Un misterio que añadir a otros que rodean a estos monjes guerreros que se hicieron pronto con parte de las riquezas que circulaban por Occidente. Otro, o quizá el verdaderamente clave para conocer lo que fue de la Orden tras su disolución.

lunes, 19 de noviembre de 2012

¿QUIÉN FUE ALEISTER CROWLEY?



Crowley es un personaje fundamental en la cultura pop del s. XX. Su nombre está vinculado estrechamente al de los ídolos de la era del rock. Ozzy Osbourne escribió una canción sobreél (Mr. Crowley), y su imagen aparece en el mítico álbum de The Beatles, Sgt. Peppers and Lonely Heart. Además, Jimmy Page, guitarrista y fundador de Led Zeppelin, se cuenta entre sus miles de seguidores, con una obsesión por él que le llevó incluso a comprar su casa a orillas del Lago Ness…
Crowley inspirando a Ozzy Osbourne

Es, desde luego, una figura interesante. Nacido en 1875, sus ocupaciones conocidas van desde la creación de sociedades ocultistas y sistemas mágico-filosóficos, hasta la celebración de orgías y ritos satánicos. Fue un adelantado a su tiempo –precursor de los excesos de la era hippie y el rock and roll–, para nada comprendido por la sociedad Victoriana de la Gran Bretaña en la que vivió.
Además de escritor incansablemente prolífico, aficionado alpinista, ajedrecista, ciclista y muchas cosas más, fue mago. O eso defendía él.
Se encargó de labrarse una mala fama que aún perdura, y que le ha hecho ser uno de los más desconocidos mitos del siglo anterior. No se le lee, y eso que es autor de innumerables obras, entre poesía, teatro y novela.
Hay quien quiere tacharle de monstruo, y eso le habría encantado.
Lo cierto es que sin él, a algunos locos a los que tanto celebramos no habrían tenido la inspiración necesaria.
Y es que a veces, hasta para estar loco es necesario un maestro. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

EL ENIGMÁTICO VIAJE DE MARTÍN ALONSO PINZÓN A ROMA




El investigador cántabro Mariano Fernández Urresti tiene un libro titulado Colón, el almirante sin rostro, que llena de interrogantes la vida de uno de los personajes más relevantes de la historia de Occidente.

Ya se ha hablado por aquí de las vinculaciones que muchos investigadores encuentran entre Colón y los templarios pero, ¿qué hay de Martín Alonso Pinzón, figura clave en el “Descubrimiento”?
En su libro, Urresti da cuenta de un enigmático viaje que el marinero onubense habría hecho a Roma meses antes de enrolarse en la aventura colombina. Al parecer, habría visitado el Vaticano y, en concreto, su biblioteca. De allí se habría traído, además, una serie de misteriosos papeles.
El caso es que Pinzón hace cambiar la suerte de Colón, y facilita a éste, en gran medida, la consecución de su gesta. Con su ayuda, se hace posible reunir las tres embarcaciones que posteriormente realizarían el viaje. Contratar a buenos marineros, pertrechar debidamente las naves. Luego, durante la aventura, surgirían tensiones entre Colón y él, que acabarían con un distanciamiento entre ambos, e incluso el que las embarcaciones de cada cual terminasen por llevar rumbos distintos. De hecho, aunque antes de volver a la Península volverían a reunirse, una y otra llegarían por separado.
Pinzón es una figura clave en el enigma, tanto o más que Colón. La rivalidad entre ambos recuerda mucho a la que se libró entre Magallanes y Elcano, dos excelentes marinos en lucha por hacerse con la gloria. Hubo testigos, tras el descubrimiento, que quisieron darle todo el mérito de la gesta a Pinzón, en contra de lo que ha quedado para la Historia.
Quizá la verdad esté más allá de cualquiera de ellos. Quizá la clave esté en los papeles que Pinzón se trajo de Roma, o quizá no. Quizá en los misteriosos hombres blancos ataviados con túnicas del mismo color, que los descubridores encontraron entre los indígenas, o en los inquietantes objetos occidentales que han ido apareciendo por el Nuevo Continente, y que estaban allí antes de la llegada de las tres carabelas.

Hombres del cielo, dijeron los indios al ver a los conquistadores.
¿Realmente alguna vez habían visto a alguien llegar desde allí?

viernes, 9 de noviembre de 2012

JULIO VERNE, NOVELISTA DEL FUTURO




Al morir, en marzo de 1905, Julio Verne dejaba tras de sí no sólo una extensísima obra literaria, si no, además, multitud de anécdotas, datos y enigmas, que siguen dando aún hoy material de estudio para los amantes del misterio.


El tipo, todo un genio de las letras, prolífico y de gran imaginación, era también un aficionado a lo oculto. Se ha hablado mucho de su pertenencia a la sociedad de la Niebla, y a cómo dicha sociedad habría dado nombre a una de sus más célebres creaciones, el inolvidable Phileas Fogg (fog, en inglés, como todo el mundo sabe, significa niebla). También de su curiosa tumba, llena de símbolos y mensajes ocultos, que J.J. Benítez se encarga de descifrar en su libro Yo, Julio Verne, o de las casualidades –algunos prefieren llamarlas profecías– que salpican muchos de sus libros.
Entre ellas, las que tienen que ver, por ejemplo, con la llegada del hombre a la luna. En la obra De la tierra a la luna, Verne imagina un cohete similar al de 1969, que despega de un lugar próximo a Cabo Cañaveral, en Florida, y que vuelve a la tierra también, como aquél, cayendo al mar.
Otras de sus profecías están relacionadas con tecnología que en su época no era más que un sueño, y que el tiempo ha ido haciendo realidad. Es curioso repasar las páginas de su enigmática obra Paris en el siglo XX –que permaneció inédita durante más de cien años–, en la que imagina una capital francesa en cuyo subsuelo transita un sistema de metro, con calles iluminadas por un eficiente sistema de iluminación eléctrica, donde el teléfono es algo de uso cotidiano, y las calles se ven repletas de coches con motores de explosión.
Hay que decir, también, que Verne era un hombre muy informado. De una gran capacidad de trabajo, que le llevó a publicar una enorme bibliografía. Entretuvo, y sigue entreteniendo, a gentes de todas las edades. El capitán Nemo, los protagonistas de la Isla Misteriosa, el propio Willy Fogg, son parte de la cultura occidental, y eso no hay quien se lo quite. Supo transmitir su amor por la aventura, los viajes, las maravillas de la ciencia, y el misterio…
¿Tenía, además, acceso a información privilegiada?
Eso, quizá, sería quitarle mérito. De momento, sus previsiones de cara al futuro han estado, por lo que parece, bastante acertadas. Y si quiso ser misterioso, novelista hasta el final, fue probablemente su logro más perfecto…

miércoles, 7 de noviembre de 2012

LA VISITA DE HIMMLER A MONTSERRAT


Para un buscador de reliquias como era Heinrich Himmler, España era una visita obligada. El tipo, conocido mayormente por sus crímenes contra la humanidad, era un fiel creyente en el poder sobrenatural de objetos como el Santo Grial o la Lanza de Longinos, y dedicó gran parte de su carrera como dirigente nazi a encontrarlos.
Himmler (en la imagen, su máscara mortuoria) viajó a España no sólo para preparar el encuentro entre Hitler y Franco, también trató de encontrar pistas de la localización del Santo Grial.

Hacia finales de octubre de 1940, Himmler aprovechaba su viaje a España para preparar el encuentro entre Franco y Hitler –que tendría lugar en Hendaya el día 23 de ese mismo mes–, visitando algunas ciudades precisamente vinculadas a estas leyendas. Las crónicas hablan de visitas a San Sebastián, Burgos y Toledo, para finalmente terminar en Barcelona. El jefe de las SS quería pisar el monasterio de Montserrat, vinculado, según algunas leyendas, al mítico Montsalvat, lugar en el que al parecer podría estar oculto el Santo Grial.
Fue aquélla una visita extraña, llena de curiosidades. Como ejemplo, el hecho de que fuera un monje, y no alguno de los abades superiores del monasterio, quien recibiera al líder nazi. Por lo visto, los abades querían así protestar por el trato que el régimen de Hitler estaba dando a los católicos en Alemania.
Himmler, por su parte, rechazó una visita guiada por el monasterio, aclarando que su interés por el lugar estaba más relacionado con “la naturaleza” que con las piedras, según las palabras con las que el general Karl Wolff –muy vinculado también al interés nazi por el Grial– se habría dirigido al monje Ripoll, encargado de la visita.
¿Se encuentra en Montserrat el Santo Grial de la leyenda?

Esa naturaleza a la que se referiría Wolff bien podrían ser las cuevas que se encuentran diseminadas por el entorno del monasterio, y que aún hoy siguen siendo un misterio. Según José Lesta, que cita en su obra “El enigma nazi” al investigador Ernesto Milá, durante la estancia de Himmler en Barcelona, el servicio secreto inglés podría haberse hecho con un maletín que el líder nazi podría haber llevado consigo a España, y que podría contener información precisa sobre la localización de la reliquia. Parece una teoría descabellada –sobre todo porque obliga a asumir que una información tan valiosa habría sido, de alguna forma, descuidada por los nazis, tan estrictos y rectos en estos asuntos–, pero llena, en cualquier caso, de encanto.
Que Montserrat es –como ocurre con Montsegur– un lugar mágico, no hay quien lo dude. Que los nazis buscaron con interés el Santo Grial, tampoco. Que la reliquia pueda seguir en alguna de las cuevas existentes en el entorno del monasterio, es algo con lo que, de momento, sólo podemos fabular.
Y respirar, al menos, tranquilos, porque siga oculto y no en poder de alguien tan siniestro como Himmler.


Más sobre Himmler, Montserrat y la búsqueda nazi del Grial:

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